miércoles, 13 de noviembre de 2013

Off del Capítulo 21 "¿Quién es el Enemigo?" - Aliados

 Off Noah:

Hay algo curioso sobre el miedo: su mayor intensidad no se da antes ni durante un ataque, sino después.
El miedo barre con tu seguridad y con tus certezas. Ya no sabés quién es quién.
Pero incluso cuando la paranoia barrió con todas las seguridades y sólo hay dudas, hay un único refugio seguro: el amor.

Cuando el enemigo no tiene rostro, puede esconderse en todas partes. Cuando no se sabe en quién confiar, se sabe de quién desconfiar: de todos.
Conocer a las personas por sus acciones es más o menos fácil. Conocerlas por sus intenciones... es casi imposible. Las intenciones se esconden detrás de las palabras, los gestos y las acciones. Por eso es complejo reconocer a un enemigo, porque la intención es difícil de ver.

Lo que hace poderoso y peligroso a un enemigo es todo lo que no sabemos de él.
Alguien que secretamente tiene la intención de ayudarnos, es un aliado. El que tiene la intención de destruirnos, es nuestro enemigo.
La paranoia es una forma de no equivocarse. Desconfiar de todos es la mejor manera de no ser engañado por ninguno. El precio, es el aislamiento.

Nada más aterrador que un enemigo íntimo.
Para reconocer a un enemigo, primero hay que acabar con sus aliados: la negación y el silencio.

El que desconfía no duda, tiene certezas. Dudar es una manera de confiar. Desconfiar es útil, nos preserva de enemigos ocultos. Confiar... es un poco más divertido.
Desconfiar de los que amás, es más trágico que confiar en un enemigo solapado.
El paranoico desconfía de todos, el ingenuo confía en todos. El sabio confía en su intuición.

A veces, elegimos adversarios precisamente para tapar a los verdaderos enemigos; y así, peleamos guerras que no son nuestras.

¿Quién es el enemigo? Es el que te condena al silencio y a la soledad.


Click en Leer Más para ver el Off de Ámbar.





Off Ámbar:

Cada semana escribí mi bitácora con angustia y frustración. No fue sencillo, pero hoy podemos afirmar que ellos se han transformado.
¿Qué fue lo que produjo esta transformación? Comprender que lo que se interponía entre lo que deseaban y ellos... eran ellos mismos. Ellos mismos eran ese enemigo íntimo con la secreta intención de destruirlos.
Una vez que comprendimos eso, asistirlos fue fácil. Sólo fue cuestión de ayudarlos a reconciliarse consigo mismos.
El enemigo perdió todo su poder el día en que además de ser sus aliados, logramos volvernos sus amigos.
Sanar esa herida que los partía en dos y volverlos seres íntegros... esa fue nuestra misión. Hoy, ellos son seres íntegros y fuertes, preparados para dar otras batallas; ya no consigo mismos, sino contra otros enemigos. Esos que acechan a las almas fuertes.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Chat